Singing Bird Box, Mecanismo Visible |
Singing Bird Box en oro y esmaltes |
La primera vez que vi una Singing Bird Box, me dieron ganas de llorar, y aquélla no funcionaba. Son, para mí, uno de los mayores ejemplos del refinamiento intelectual del ser humano, de la creatividad, del uso lúdico de la ciencia y los materiales preciosos… Ejemplo se sofisticación y lujo tal y como yo lo entiendo. ¡Aparta, Steve Jobs!
La tabatière à oiseau chanteur es un invento (cómo no) suizo del s.XVIII. Suele tener forma rectangular, de caja, y puede estar hecha de casi cualquier material: metales preciosos, carey, esmaltes e incrustaciones de perlas y piedras preciosas.
Se atribuye al famosísimo creador de autómatas Pierre Jaquet-Droz en 1784, creador también de piezas como El Escritor, o El Músico (autómatas que realizan funciones complejas, como indican sus nombres).
La Caja del Pájaro Cantor suele ser de pequeño tamaño, y cuenta con una palanca que activa el mecanismo. Bajo una tapa ovalada se esconde un pájaro con plumas, que aparece, y mueve las alas y la cola, y canta moviendo el pico.
Muchas están adornadas con un reloj.
El mecanismo es de cuerda, y facilita que entre el aire, y el pájaro “cante”.
Fabricantes importantes de estas cajas, de enorme popularidad en los siglos XVIII y XIX son los suizos Jaquet-Droz, Leschot, Frisard, Rochat y Bruguier (s.XVIII). A principios y mediados del XIX, varios de éstos artesanos se trasladan, y comienzan a producirse estas cajas en Londres y París.
París será el centro de la producción de autómatas desde la segunda mitad del XIX hasta la Primera Guerra Mundial. En ésta época, los principales fabricantes son Bontempts y Flajoulot.
A lo largo de los años, los mecanismos se han mejorado, aumentando el tiempo y la calidad del canto.
A día de hoy, se continúan produciendo Tabatières, Los Frère Rochat, establecidos en Suiza en 2010, y Rouge, y en Alemania la empresa MMM.
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