viernes, 30 de agosto de 2013

Bling Crazy: El Controvertido Caso de la Sra. Simpson y los Mensajes Secretos

Wallis Simpson, Duquesa de Windsor, y su anillo de compromiso.

Los Duques de Windsor el día de su boda, en 1937

"For Our Contract" - El famoso Contract Bracelet. Val Cleef &Arpels, 1937.


El romance y posterior matrimonio de Wallis Simpson y Eduardo VIII de Inglaterra es una de las historias más escandalosas del s.XX.
Wallis Simpson era divorciada (doble), y Eduardo, tuvo que abdicar y trasladar su residencia a Francia para casarse con ella, pasando a ser Duque de Windsor.
Su romance empezó en 1934, tras ser presentados por Lady Furness, entonces amante del Rey, y mientras Wallis estaba casada con el ejecutivo Ernest Aldrich Simpson.
Eduardo desarrolló una fortísima dependencia de Wallis, y le presentó a su madre, la Reina, y la introdujo en actos oficiales en público antes de que ella estuviera divorciada de su segundo marido.
En diciembre de 1936 el Rey abdicó para casarse con ella, a causa de las presiones políticas y la crisis constitucional que se había desatado con su romance, y en 1937 se casaron en Francia, sin que asistiera ningún miembro de la familia Real inglesa.
Wallis Simpson amasó una importantísima colección de joyería, regalos de su marido, que tras su muerte en 1986 se subastó, alcanzando unas ganancias de 30 millones de libras.
Estos regalos eran importantes para la pareja, especialmente antes de su matrimonio, en que son interesantes los mensajes grabados en las joyas.
En una pulsera de rubíes y diamantes de Van Cleef & Arpels que le regalara en 1934, Eduardo le decía a Wallis “Hold Tight” (“Aguanta”), y en 1935, días antes de la boda de su hermano (que luego fuera rey en su lugar), le regalaba a Wallis una cruz en la que aparece grabado “WE are too”.
“WE” es un juego de palabras de “nosotros”, y las iniciales de la pareja, W y E, y la inscripción se refiere al matrimonio que estaba a punto de ocurrir en la familia Real: “Nosotros también / Wallis y Edward también”.
Su anillo de compromiso, una espectacular sortija con una esmeralda de 19.7 quilates central y rodeada de diamantes, lleva la inscripción “We are ours now, 27-X-36” (“Nos pertenecemos”).
Con motivo de su boda en Francia, el Duque le regaló una importante pulsera de zafiros (la gema preferida de la Duquesa, ya que creía que resaltaba el color de sus ojos) y diamantes ambién de Van Cleef & Arpels, inscrita con “For Our Contract”. Se conoce como la “Contract Bracelet”, o pulsera del contrato.

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